Omar Infante escuchó el sonido de su teléfono celular y de inmediato se dio cuenta de que se trataba de Frank Wren, el gerente general de los Bravos de Atlanta. ¿Para qué querría hablar con él un domingo a las 8:30 de la mañana?
El último juego de la serie ante los Marlins estaba lejos de arrancar todavía, así que la única posibilidad en torno a esa llamada, era que quien toma las decisiones en cuanto a quién se queda y quién se va, le estuviese buscando para informarle que lo acababan de cambiar.
El venezolano, con sentimientos encontrados, decidió no contestar su teléfono y esperar a que Wren dejara mensaje en su correo de voz. Pocos minutos después y ya verdaderamente inquieto, y casi hasta preparando maletas, Infante escuchó el mensaje de su jefe, mismo que no lo sacó de dudas: "Omar, llámame cuanto antes".
No quedaba de otra, había que tener los arrestos suficientes para marcar ese número y enterarse de la fatal noticia. Infante lo hizo de inmediato y: ¿cuál sería su sorpresa? La llamada de Wren no era para informarle que lo habían cambiado a otro equipo, sino para darle la buena noticia de que había sido incluido en el roster del Juego de Estrellas del próximo 13 de julio.
Infante alivió sus penas y sus inquietudes, pero a raíz de esa determinación, la prensa, los aficionados y los propios jugadores, comenzaron una intensa especulación en torno a cuáles serían los motivos de Charlie Manuel para seleccionar a Infante en su escuadra estelar.
Y no es que el venezolano sea un pelotero mediocre, ni mucho menos. Por el contrario, a lo largo de su carrera, Infante ha destacado siempre como uno de esos jugadores indispensables en cualquier equipo. Uno de esos "utility" que siempre ayudan viniendo desde la banca, ya sea como reemplazo defensivo de últimos innings, o para sustituir a un compañero lesionado por algunos días jugando su posición.
Su versatilidad y bat rápido, le han permitido acumular buenos números a lo largo de su carrera, incluso con dos temporadas bateando arriba de .300 y una de 16 cuadrangulares con los Tigres de Detroit en el 2004.
Pero definitivamente pocos, o casi nadie, hubiese incluido a Omar en la lista de candidatos al clásico de media temporada. Es por ello que los cuestionamientos llovieron entre domingo y lunes en torno a Charlie Manuel y el porqué de su decisión.
Pero no pasó mucho tiempo antes de que el mismo lunes y precisamente con los Bravos de Omar Infante visitando el Citizen's Bank Park de los Filis, el manager de la Liga Nacional hiciera la aclaración del porqué de su selección.
De acuerdo a Manuel, la oficina del comisionado les pidió a ambos manejadores que escogieran un utility, posición que se considera por vez primera para ir a un Juego de Estrellas. Joe Girardi eligió a Ty Wigginton, de los Orioles y Manuel hizo lo propio con Infante.
Una vez aclarado el punto, cambia de forma dramática la manera de comentar ese tópico, pues en lugar de pensar que Manuel había perdido por completo la razón, lo que nos queda es aplaudir la iniciativa de Major League Baseball de finalmente reconocer a una de las posiciones más sacrificadas en la pelota, un jugador que generalmente recibe muy poco crédito y muy poca atención de los medios y los fanáticos, pero que a la postre siempre resulta fundamental en los logros de un equipo.
Hace cinco años, platicando con uno de los expertos de ese rol, Tomás Pérez, nos hablaba de cómo el beisbol había "olvidado" por completo a los "utilities", no sólo por no llevarlos al Juego de las Estrellas, sino por ni siquiera considerarlos para el Salón de la Fama.
Lo de Cooperstown parece ya una idea más avanzada y que necesitaría madurarse mucho más, pero por lo pronto lo primero se ha cumplido, lamentablemente demasiado tarde como para ver a Tomasito algún día en el clásico estelar, pero a tiempo para reconocer los méritos de algunos que lo merecen.
Algunos como Omar Infante, como Ty Wigginton, y como una lista de más de treinta que, a partir de hoy, tendrán un incentivo especial en sus carreras tratando de ser escogidos para el Juego de Estrellas. Y ahora que se les ha hecho justicia a los "utilities", el siguiente paso que el comité especial de Bud Selig debe tomar, es exigir, sin lugar a dudas, que los relevos intermedios también tengan su lugar.
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